Cambiar sustancialmente la forma en que se percibe el arbolado de la ciudad, incentivar la incorporación de árboles en los diseños de las obras, reducir las intervenciones silviculturales de tala, desarrollar un modelo de siembra y jardines que reverdezcan y renaturalicen las quebradas, espacios públicos y toda la Estructura Ecológica Principal de Bogotá, es uno de los principales propósitos de la Administración Distrital.
“Debemos reducir al mínimo la necesidad de tala cuando hacemos el diseño de las obras; optar siempre primero por el traslado del árbol que por la tala; y en última instancia talar si es necesario”, afirmó la alcaldesa Claudia López desde el Vivero Ceresa, uno de los proyectos ambientales y pedagógicos distritales más importantes del siglo XXI.
Precisamente, la administración de la alcaldesa Claudia López trabaja en la implementación de estrategias que ayuden a ampliar las coberturas vegetales, fortalecer las fronteras verdes y la conectividad en la ciudad, además, reducir las talas y proteger el patrimonio natural de Bogotá.
Por eso, una de las estrategias es la implementación del esquema de compensación con la fórmula 5×1, que consiste en que por cada árbol que se tenga que talar por efecto de obra, se siembren cinco, preferiblemente en el mismo punto de la intervención, y, si no es posible, en un sector cercano o en algún lugar de la ciudad que sea concertado con las comunidades.
“El arbolado urbano y rural es cada vez más importante, particularmente en el marco de la emergencia climática. Por eso hemos llevado a la norma nuestra propuesta de compensación, un modelo en el que cada obra pública y privada tendrá que compensar a la ciudad con cinco árboles sembrados por cada uno que se tala”, explicó la secretaria de Ambiente, Carlina Urrutia.
Para esta compensación la Administración priorizará, según las posibilidades técnicas, ambientales, sociales y económicas, la plantación de nuevo arbolado y de mayor porte, la reconversión de zona dura con el fin de generar espacios para la siembra de árboles y el pago del equivalente al Individuo Vegetal Plantado (IVP).
Además, la compensación también se incrementa para los árboles que presenten mayor diámetro y altura, se integra un valor adicional por presencia de epifitas y albergue a la fauna de Bogotá.
De igual manera, por primera vez una Administración Distrital valorará y tendrá en cuenta para la compensación, aquellos árboles que se encuentran en zonas que presentan déficit, lo que quiere decir que se establecerá un mayor valor por talar un individuo en una localidad con menos arbolado, que en una con más cantidad de especies vegetales.
Nunca un árbol había costado tanto para los desarrolladores de las obras, pues en la norma anterior la compensación estaba cerca del 2×1, y no se reconocían los servicios ecosistémicos de la forma integral como lo plantea la Administración de la alcaldesa Claudia López.
Arbolado avenida 68
En ese sentido, la mandataria distrital se refirió a la decisión judicial que ordenó frenar las obras de Transmilenio por la avenida 68, y pidió que se estudie esta nueva política de 5×1.
“Si cada uno de los 300 frentes de obras que tiene la ciudad se vuelve un problema social, ambiental y legal, también se puede paralizar la generación de empleo. Por eso queremos reconocer el legítimo conflicto que se genera por estas obras y establecer este nuevo parámetro, esta nueva certeza, sobre cuáles son las reglas para hacer compensación a la naturaleza y a la ciudad cuando en última instancia se tiene que hacer tala”, indicó.
También recordó una vez más que las obras públicas y privadas deben priorizar las conservaciones de los árboles y, de no ser posible, aumentar las solicitudes de traslado para tratar de mantener la mayor cantidad de individuos vegetales.
Para el nuevo manejo del arbolado público también será fundamental la participación ciudadana, la cual debe ser incidente y efectiva, es decir, que las comunidades serán parte activa de los proyectos que impacten a la ciudad en los diferentes escenarios, entre ellos el arbolado. Además, las entidades encargadas de realizar obras públicas
y los privados tendrán que incorporar la mayor cantidad de árboles existentes en sus diseños.
“Esto se suma a la estrategia de sembrar 800 mil árboles nuevos en la ciudad, una meta que compartimos con el Jardín Botánico y el Acueducto; igualmente la de renaturalización y espacios verdes, una prioridad del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y que nos permite abrir nuevos espacios al arbolado en los parques metropolitanos y zonales; y también la propuesta en el POT de no ocupar los suelos rurales y de importancia ambiental”, destacó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
La Secretaría de Ambiente es la encargada de otorgar los permisos y autorizaciones para el manejo silvicultural en espacio público o privado, en el perímetro urbano de Bogotá, y es esta entidad la que determinará el sistema de compensación, el cual debe generar mayor beneficio para la ciudad. Todo esto se hace bajo exhaustivos y rigurosos criterios técnicos.
El proyecto de acto administrativo para actualizar los factores para el cálculo de la compensación por la tala de arbolado urbano se encuentra publicado y disponible, hasta el próximo 17 de septiembre, para que los ciudadanos consulten y realicen sus comentarios y aportes en el siguiente enlace:
https://legalbog.secretariajuridica.gov.co/regimen-legal-publico#/acto-admin- publico/115