Editorial para Al Día Noticias. Octubre 31 de 2021
Por estos días se quiere poner de moda en Colombia la eutanasia, pese a que en el Congreso de la República se ha debatido en este período legislativo la iniciativa en tres oportunidades, y en todas ha dicho que no se autoriza.
No obstante los jueces se han venido pronunciando en sentido contrario y todo parece indicar que no han tenido presente la posición del legislativo a la hora de emitir sus fallos y al igual que la Corte Constitucional están contribuyendo a la anarquía y a ejercer funciones que no les corresponde como el co-legislar.
Sigue esta rama del poder contribuyendo con sus providencias a la destrucción de sociedad, de principios y de valores, y lo más delicado, yendo en contra de lo que dice la Palabra de Dios en Eclesiastés 8:8 donde de manera clara nos señala que Dios es quien decide sobre la muerte al expresar “No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento, ni potestad sobre el día de la muerte”.
Abrir la puerta tanto del aborto como ahora de la eutanasia, es desconocer que la vida se debe conducir bajo los principios establecidos por el creador y no bajo el amaño de cada individuo. Recordemos que en la historia del país ya se aplicó la eutanasia a un ciudadano de Pereira con el argumento que tenía una enfermedad terminal.
Y resulta que ahora se han venido dando solicitudes por parte de personas que no tienen enfermedades terminales pero que aseguran que prefieren morir porque sienten que no tienen calidad de vida.
Lo doloroso de todo esto, es que en contra de la legislación actual, jueces y magistrados han venido dando luz verde a nuevos posibles casos de eutanasia lo que evidencia que la autonomía de las ramas del poder ponen en riesgo el funcionamiento armónico del Estado y de ahí que haya un clamor por una reforma a la Justicia.
Estos desordenes avalados por la justicia en buena parte se dan como consecuencia de una sociedad que está de espaldas a Dios y a los principios consignados en las Sagradas Escrituras como en 1ª. de Samuel 2:6 que dice “El SEÑOR da muerte y da vida; hace bajar al Seol y hace subir”.
No podemos estar decidiendo en la vida sobre lo que yo creo o a mí me parece porque el Creador estableció un manual de vida para que sirva de carta de navegación de manera que podamos llegar a buen puerto.
Jamás Dios quiere vernos sufrir, siempre quiere que estemos bien, pero para disfrutar de esa promesa debemos abrirle la puerta de nuestra corazón y dejar que el guíe nuestra vida de manera que pueda ser realidad el pasaje bíblico de Juan 10:10 que dice “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
De manera que vivir o decir lo contario muestra mi desconexión de la Palabra dada por el Eterno. Mejor, debo apropiarme y confiar de versículos como el salmo 121:7-8 que expresa “Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre”.
