La Secretaría de Educación del Distrito completó 13 comedores escolares inaugurados durante el último mes en las localidades de Bosa, Fontibón, San Cristóbal, Tunjuelito, Kennedy, Ciudad Bolívar, La Candelaria y Engativá. Este miércoles se inauguró oficialmente el comedor del colegio Nidia Quintero de Turbay que entregará 1.380 apoyos alimentarios cada día.
“Estos nuevos comedores ya están beneficiando a más de 6 mil estudiantes de colegios oficiales, lo que nos permite seguir ampliando de manera significativa la cobertura de comida caliente para la implementación de la jornada única en la capital”, afirmó Edna Bonilla Sebá, secretaria de Educación del Distrito.
El Programa de Alimentación Escolar (PAE) de Bogotá es el más grande del país y atiende al 100% de los estudiantes que solicitan el servicio y que hacen parte de la matrícula oficial. Ahora que los estudiantes retornaron a la presencialidad en los colegios, las modalidades de entrega son: refrigerios escolares, Servicio Integral de Desayunos y Almuerzos Escolares (SIDAE) y Servicio Integral de Almuerzos Transportados (SIAT).
La operación para garantizarle a las niñas, niños y jóvenes su alimentación incluye una planeación técnica y logística de las diferentes modalidades según la demanda y particularidades de las instituciones educativas, la puesta en marcha de comedores escolares que cumplan con las normas sanitarias, el diseño de menús, la apertura de nuevas modalidades como la comida caliente transportada de forma interna y, por supuesto, el riguroso seguimiento de la interventoría a cada uno de los procesos del Programa de Alimentación Escolar.
Los refrigerios escolares ofrecen una bebida láctea o néctar, un cereal o derivado, un acompañante y una fruta. Para ello, se amplió la variedad de cereales, derivados lácteos y frutos secos, con el fin de brindar a nuestros estudiantes una mayor oferta de alimentos nutritivos y diversos.
“El criterio nutricional del refrigerio complementa la alimentación diaria del estudiante. Su conformación está valorada y dada, conforme a la normatividad nacional vigente, para garantizar el aporte de energía y macronutrientes fundamentales para la alimentación del estudiante, que favorezcan su proceso de aprendizaje y desarrollo, así como micronutrientes tales como las vitaminas y los minerales indispensables para su adecuado crecimiento”, comentó el subsecretario de Acceso y Permanencia, Carlos Alberto Reverón.
Por primera vez en la ciudad se realizaron esfuerzos y gestiones importantes desde la Secretaría de Educación para brindar acompañamiento permanente en todos los colegios públicos mediante la presencia de cerca de 700 personas de apoyo para las distintas sedes que lo requieren. El personal recibe los refrigerios y ayuda en su distribución al interior del colegio.
El Programa de Alimentación Escolar también cuenta con una interventoría que vigila y realiza presencia permanente en las plantas de los operadores logísticos, verifica la calidad de los alimentos durante su recepción, alistamiento y distribución y visita a los proveedores de alimentos.
La interventoría también supervisa a las instituciones educativas distritales que cuentan con comedores escolares en operación y con suministro de refrigerios, hace el seguimiento a las rutas de distribución, verifica los menús aprobados y suministrados. Además, realiza el análisis de las condiciones de color, sabor, olor y textura y microbiológico de los alimentos, con el fin de asegurar la calidad nutricional, las condiciones sanitarias y la inocuidad en todas las etapas del proceso.
El PAE Bogotá ha sido destacado en diferentes momentos por entidades del orden nacional e internacional, por su operación, amplia cobertura y altos estándares de calidad y eficiencia.
Entre los reconocimientos figuran uno del Ministerio de Educación Nacional y el Premio Interamericano a la Innovación para la Gestión Publica Efectiva otorgado por la Organización de Estados Americanos (OEA). También integró la lista de las 10 mejores prácticas de alimentación escolar en América Latina concedido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y fue destacado por Open Contracting Partnership en la ciudad de Ámsterdam como un modelo exitoso, innovador y transparente en el mundo.
La Secretaría de Educación actualmente hace parte de la Alianza Ciudades Saludables, una iniciativa conjunta de la Organización Mundial de la Salud, Bloomberg Philanthropies y Vital Strategies, que tiene como propósito establecer estándares de nutrición de alimentos en las instituciones públicas y crear tiendas escolares saludables. Con la alianza serán beneficiadas 29 sedes de colegios oficiales y cerca de 25 mil estudiantes.
¿Cómo se garantizarán las condiciones de bioseguridad?
Los colegios oficiales definieron los protocolos de bioseguridad para la entrega de los apoyos alimentarios como parte de todos los requisitos para el regreso a la presencialidad. Además de los parámetros para la recepción, almacenamiento, alistamiento y distribución de los alimentos en las instituciones, se dan recomendaciones para su consumo.
En el caso de los refrigerios, es fundamental que cada estudiante se lave las manos con agua y con jabón antes de recibirlo, mantenga el distanciamiento de un metro y lo ingiera en un espacio ventilado.
Para el consumo de desayunos y almuerzos escolares, se realiza limpieza y desinfección de los comedores escolares o las áreas designadas para este fin. Además del lavado de manos regular, los estudiantes deberán guardar el tapabocas en una bolsa y volvérselo a poner una vez terminen, no compartir alimentos y no usar el celular, ni ningún accesorio mientras estén comiendo.
Bogotá continuará garantizando la alimentación para sus estudiantes durante el calendario escolar en todos los colegios del Distrito.