Editorial de esta semana para Al Día Noticias. Noviembre 7 de 2021.
Por: John Didier Rodríguez Marín.
Millones de personas en el mundo están esperando que la reactivación económica post pandemia, sea clave y fundamental para superar las dificultades que trajeron las cuarentenas, los encierros, aislamientos, los despidos, cierres de negocios y deudas por falta de ingresos.
En el lenguaje actual se está utilizando con frecuencia la palabra reactivación económica pero en honor a la verdad debo decir que es necesario que ese renacer se haga acompañado de fe en Dios, en el todopoderoso, en el Creador, porque sin fe nada es posible y con fe todo es posible.
La fe, como lo dice la misma Palabra de Dios en Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, de manera que esta nueva oportunidad que recibimos los que hemos quedado, porque son muchos los que se han ido por el virus, es aconsejable hacerla de la mano del Eterno.
Porque en el mismo libro de Hebreos pero esta vez en el versículo 6 dice “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
La Fe es necesaria para que actúe Dios en nuestras vidas, así como le ocurrió al Señor Jesús en Nazareth donde no pudo hacer muchos milagros pero no porque él no quisiera sino porque no halló fe en su gente, en sus vecinos, en su población.
Es importante construir con la bendición de Dios, porque de qué me sirve ganar el mundo y perder el alma como lo expresa el libro del amor en Mateo 16:26 cuando dice “Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?”.
Es muy posible tener éxito en nuestras fuerzas, apoyados en nuestros talentos, ahora que se están abriendo todos los sectores y renglones de la economía, pero para garantizar que esos logros sean duraderos es recomendable echar cimientos con el todopoderoso como lo sugiere el Salmo 127:1 cuando dice “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia”.
La fe es el motor que nos lleva a estar optimistas, a estar alegres y confiados, porque tenemos la seguridad que todo estará mejor, todo saldrá bien, que Dios nos hizo ganadores, y para ello debo interiorizar mensajes contundentes consignados en la Biblia como Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, Si Dios está conmigo quien Contra mí, Dios y yo somos mayoría, o para los que aman a Dios todas las cosas nos ayudan a bien.
El principio de la sabiduría es la palabra de Dios y por eso no debo tener temor de lo que me puedan decir los demás porque yo le busco a él. Cuántas personas se fueron en esta pandemia sin haber tenido la oportunidad de haber logrado un encuentro y haber recibido en el corazón al dador de la vida. El mensaje del Hijo de Dios, Jesucristo fue claro en el sentido que si tuviéramos la fe del tamaño de un grano de mostaza, podemos determinar incluso cambiar de sitio una montaña.
Así que es momento de aprovechar esta oportunidad que nos da nuestro Padre Dios para continuar nuestro camino con la convicción que lo que pensemos que vamos a ser, eso mismo será lo que cosechemos en cumplimiento del pasaje de Proverbios 23:7 a “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.