⦁ A través de equipos especializados, que incluyen sensores láser, la Entidad llega a todas las localidades de la ciudad para evaluar el estado de la malla vial y determinar los trabajos que se deben realizar.

⦁ Este cambio permitirá definir mejor los tipos de intervención a realizar en la malla vial, así como los tiempos y la inversión requerida.

⦁ A partir de esta nueva medición se fortalece la clasificación para analizar la malla vial, pasando de 3 a 7 rangos.

Diego Sánchez Fonseca, Director del Instituto de Desarrollo Urbano, IDU

El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) está implementando una nueva tecnología de punta para lograr una mayor precisión en el diagnóstico y evaluación de la malla vial. Se trata del uso de equipos de alto rendimiento dotados de sensores láser, que permiten hacer análisis más detallado para definir los tipos de intervención a realizar.

A partir de esta nueva medición se fortalece la clasificación, pasando de 3 a 7 rangos: bueno, satisfactorio, justo, pobre, muy pobre, grave y fallado, tomando 3 fuentes de información: diagnóstico superficial en campo, reportes de entidades y comportamiento histórico de las vías.

Así mismo, se hace una clasificación de la malla vial por localidades, divididas en dos grupos y por segmentos.

En el grupo uno están las localidades de Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal, Usme, Tunjuelito, Barrios Unidos, Teusaquillo, Los Mártires, Antonio Nariño, La Candelaria y Rafael Uribe Uribe y en el grupo dos, Bosa, Kennedy, Fontibón, Engativá, Suba, Puente Aranda, Ciudad Bolívar y Sumapaz.

Los segmentos, por su parte, se clasifican en: troncal, arterial, intermedia, local, principal rural y vial rural, con puntajes que oscilan entre 0 y 100, en la que bueno se clasifica entre 85 y 100, mientras que justo se encuentra entre 56 y 70.

Cuando una vía recibe la calificación de buena, significa que requiere intervenciones muy pequeñas, mientras que en los rangos de satisfactorio y justo es necesario intervenir un área mayor, con actividades de mantenimiento rutinario.

En el caso de los rangos pobre, muy pobre, grave y fallado, usualmente se requieren intervenciones más grandes, en mayores extensiones. Por ejemplo, rehabilitación y reconstrucción.

Es importante aclarar que una vía en estado pobre se clasifica entre 41 y 55, que si bien requiere una intervención, no tiene la misma afectación frente a vías con peores condiciones, como en los casos de grave y fallado, donde el puntaje se ubica entre 0 y 25.

Bajo esta óptica el IDU empezará a tener en cuenta estos rangos en los criterios de priorización para la conservación de la malla vial.

Estado de la malla vial

La Entidad invirtió el año pasado 2.440 millones de pesos para realizar (mediante dos contratos) un primer diagnóstico con base en los 7 rangos definidos, utilizando la versión más actualizada de la norma internacional ASTM-D-6433, que detalla los tipos de daños e incluye aspectos adicionales a versiones anteriores.

En este ejercicio se encontró que el 59% de la malla vial se encuentra en estado bueno y satisfactorio, mientras un 18% está entre muy pobre, grave y fallado, lo que quiere decir que son vías que requieren una atención mucho más inmediata y sobre las cuáles se trabajará con gran énfasis en lo que resta de la administración.

Este cambio le permitirá al IDU hacer un análisis más detallado en las capas que componen la malla vial para definir los tipos de intervención a realizar. Por ejemplo, si son obras superficiales o profundas y áreas de intervención en mayor o menor magnitud.

Estado de la malla vial

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John Didier Rodriguez Marin

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