• En una reciente nota ciudadana realizada por la Veeduría Delegada para la Eficiencia, el ente de control preventivo analizó y puso en evidencia la relación que tiene la deforestación del Amazonía en la calidad del agua y su relación con la calidad del aire.
  • La advertencia se hizo cuando se presentaron los incendios en la serranía de Chiribiquete y en los que se alertó sobre la necesidad de mejorar la calidad del aire en la ciudad.
Laura Oliveros, Delegada de eficiencia de la Veeduría Disrital

Desde finales de 2021, la Veeduría Distrital invitó a la administración de la ciudad, a través de la Secretaría Distrital de Ambiente, a tener interlocución con autoridades ambientales del orden nacional o territorial para reducir los posibles impactos de la deforestación de la Amazonía en los recursos hídricos de Bogotá. Hoy reitera dicho planteamiento, en términos de la relación que existe entre la deforestación en los bosques amazónicos y la calidad del aire en la ciudad. “Recientemente, gran cantidad de material particulado está cayendo sobre las áreas de Bogotá y Medellín, generando un factor más de presión sobre la salud pública. La calidad de aire, con esta adición de material particulado, sumado a eventos extremos de calor y frío (inversión térmica del verano) y una condición significativa de pandemia por coronavirus, debería ser tomada con urgencia como alerta de salud pública”, asegura Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, que trabaja en el Amazonas.

Además, la Veeduría Distrital, en el informe de seguimiento al cumplimiento de las metas de Calidad del Aire, puso en evidencia que las acciones a favor de la calidad del mismo, se circunscriben a la reducción de fuentes contaminantes, provenientes, tanto de actividades humanas de generación de energía, producción de alimentos, movilidad, construcción, etc., así como de fenómenos originados en situaciones exógenas al comportamiento humano cotidiano, como pueden ser las tormentas de arena y los incendios forestales.

En consecuencia, la Veeduría insiste en la importancia de que desde la administración de la Ciudad se haga un llamado a las autoridades nacionales, para que realicen actuaciones concretas de prevención de la deforestación. “Es fundamental que la Administración Distrital tenga una posición activa, en el marco de sus competencias constitucionales y legales, frente a la catástrofe de la deforestación del Amazonas. Aprovechando la capacidad institucional y los recursos de la Ciudad, se puede avanzar en la formulación de propuestas que se hagan llegar al Gobierno Nacional para enfrentar de manera efectiva la deforestación”, asegura el Veedor Distrital (E) Ramón Villamizar, quien insiste en la necesidad de que, desde la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, se desarrolle esta interlocución.

Algunos datos de calidad del aire en la coyuntura actual:

  • La calidad del aire en Bogotá para el pasado fin de semana se vio deteriorada al tener la mayoría de puntos de monitoreo de calidad del aire, en condición “moderado”. Esto debido a 1865 puntos calientes en el norte del continente, especialmente en Venezuela y la Orinoquia colombiana. Por esto la administración distrital declaró la alerta amarilla en la ciudad.

Este aumento de contaminación se debe a que, desde el pasado 25 de enero se registraron incendios forestales en el Guaviare y los vientos esparcieron el humo por el territorio nacional, iniciando por Bogotá. Por otra parte, la llegada de corrientes en el océano Pacífico provocó que el material particulado en la atmósfera se concentrara en los extremos de Bogotá y otras partes del país.

-En todo caso, el contaminante predominante en la ciudad es el material particulado respirable, sobre todo el PM2,5, generado por combustibles fósiles, básicamente diésel y ACPM.
-Según el medico salubrista Luis Jorge Hernández, en declaraciones dadas el 8 de febrero a el diario El Tiempo, “todos estamos respirando contaminantes, unas veces más que otras, pero con estos niveles altos, las medidas deben estar especialmente orientadas a las áreas de influencia de la calle 13, de la autopista Sur, de la autopista Norte; y a la población más vulnerable, como menores de 5 años, madres gestantes, adultos mayores y las personas con enfermedades de base”.

-Para el 5 de febrero se registraban 172 incendios en la Amazonia, de los cuales 71 se registraron en el Guaviare.

-Al año fallecen 2500 Bogotanos por la mala calidad del aire.
-Los tres primeros meses de cada año aumenta el número de personas con enfermedades como tos, flema, dolor en el pecho, palpitaciones o fatiga inusual, o muertes prematuras causadas por asma, bronquitis, neumonía, entre otras patologías respiratorias.
-Durante el 2021 se registraron 44.059 menores de edad con afectaciones agudas de respiración

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John Didier Rodriguez Marin

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