Por: Cristina Plazas

Nuestro país está atravesando por un momento crítico donde pocos creen en las instituciones; la corrupción rampante nos sigue carcomiendo y la polarización continúa cegando al ciudadano, logrando que nadie reme hacia el mismo lado. Cada cuatro años tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo, pero desafortunadamente siempre la perdemos. Los partidos demostraron, como lo he venido diciendo, que no son nada distinto a organizaciones criminales que lo único que les importa son los votos para quedarse con la mermelada. Volvimos a permitir que los presidentes de los partidos jugaran con nuestro destino avalando corruptos, traquetos y representantes de grupos al margen de la ley. Lamentablemente, por lo menos hoy, esta discusión ya no viene al caso ya que nos encontramos frente a las urnas y tenemos que decidir sobre quiénes nos van a representar en el Congreso.

Muchos no saben a esta hora por quién votar, o peor aún, quiénes son los candidatos. Y después se preguntan por qué salen elegidos los que nos han robado una y otra vez. Los corruptos saben muy bien cómo se mueven las elecciones; y mientras ellos compran votos, muchos ciudadanos le dan la espalda al país con su indiferencia.

No les tengo buenas noticias, hoy puedo pronosticar que tendremos a los mismos delincuentes en el Congreso o a los que llegarán en cuerpo ajeno. Serán pocos los que no lleguen a hacer de las suyas. Y en unos días o meses veremos a los presidentes de los movimientos y partidos: Liberal, Conservador, Pacto Histórico, Verdes, Cambio Radical, Centro Democrático y la U con el cinismo que los caracteriza escudándose en la responsabilidad personal cuando metan presos a Mario Castaño, al Gato volador, a Piedad Córdoba, a León Fredy Muñoz, Arturo Char, Rosa Patricia Buitrago y a los representantes de los Ñoños, entre otros. Los líderes de los partidos son descarados y cómplices, faltaron a la confianza del pueblo avalando a tanto bandido y no exigiendo la renuncia de aquellos a los que les imputaron delitos.

Pero, como ya no se puede llorar sobre lo mojado, al menos votemos por la gente buena que se encuentra en cada partido. Apoyemos a los que han hecho un buen ejercicio en el Congreso y a aquellos líderes que son primíparos pero que han demostrado amar al país en los sectores que representan. Todavía se tiene hasta las 3 de la tarde para analizar a los candidatos y votar a conciencia; y así llegar al puesto de votación antes de las 4 de la tarde.

Lástima que no nos hayamos unido y votado en blanco para tumbar a los presidentes de los partidos por sinvergüenzas. No pierdo la esperanza, vendrán nuevas oportunidades para que lo hagamos, pero hoy estando frente a las urnas y lo único que nos queda es darnos la bendición y que nos quede en la conciencia que lo hicimos de forma responsable y que fuimos parte de la solución. Por nosotros, por nuestros hijos, por el futuro del país, participemos.

About Author

John Didier Rodriguez Marin

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Abrir chat
Hola En que podemos ayudarte