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Especial periodístico de Al Día Noticias
Dairo Vargas, artista huilense y radicado en Londres desde hace varios años.

Por: Federico López Profesional del IDEP comunicaciones@idep.edu.co

Esteproyecto, que ha beneficiado acerca de 700 estudiantes como a 170 maestros y maestras de colegios públicos de la ciudad, ha logrado que las emociones, los sentimientos o los traumas, puedan ser liberados, comprendidos, o por lo menos, nombrados a través del arte, en una cultura como la nuestra, que desafortunadamente aún desconoce y estigmatiza la salud mental.


Sobre el origen del Arte Escucha


“Todos somos artistas de distintas maneras” dice Dairo Vargas, artista huilense y radicado en Londres desde hace varios años. “Cuando escuchamos música como lo hacemos nosotros los latinoamericanos a todo volumen; cuando vamos a buscar la ropa que nos gusta, vivenciamos lo fashion”explica el creador de este proyecto, que comenzó hace varios años a través del trabajo con estudiantes de varias edades, grupos de personas con dificultades de aprendizaje, con enfermedades mentales, entre otros, en países como Inglaterra, Nepal, Qatar, antes de aterrizar en el 2019 en el Agrado, Huila, municipio que vio nacer a Dairo.

Dairo Vargas, artista huilense y radicado en Londres desde hace varios años.

Algo que llama la atención del proyecto es su nombre: El Arte Escucha; porque lo artístico se relaciona con lo expresivo, lo comunicativo, pero pocas veces con el escuchar, algo que suele estar asociado con un rol pasivo y espontáneo, que no necesita de mediación o educación alguna. De allí que, si bien los primeros espacios no eran estrictamente educativos, el proyecto llegó primero a varias universidades colombianas, y luego, en el 2020, comenzó su desarrollo en diferentes colegios públicos de Bogotá, de la mano de la periodista Carolina Tamayo Hernández, coordinadora del proyecto.

Dairo, al ser preguntado sobre el porqué de este nombre, asegura que todo parte desde sus propias experiencias: “A los

15 años empecé a experimentar problemas socioemocionales; a los 20 tenía problemas de depresión” afirma en tono sincero y franco, “pero gracias a un proceso de autoexamen, de introspección personal pude entender mejor lo que me pasaba; y ahí el arte, o mejor las artes, fueron determinantes porque ellas me escucharon y a la vez me permitieron sanar” concluye, transmitiendo esperanza a quienes lo escuchan.

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El Arte Escucha y la Pedagogía del Loto
Para Dairo hay tres palabras claves en este proceso: visualización, respiración y meditación, que giran alrededor del arte, la escritura, la danza, y las temáticas que se desarrollaron durante el proyecto como meditación, autobiografía, la resiliencia, mi propio yo, entre otros. Pero son estas tres palabras las que fueron el pilar del desarrollo de los talleres mensuales con estudiantes, maestros y padres de familia. Así mismo, gracias a la alianza con la Secretaría de Educación Distrital (SED), a través de la Dirección de Formación de Docentes e Innovaciones Pedagógicas, y el IDEP, en cabeza del director Alexander Rubio Álvarez, quien al conocer el proyecto en el 2020-de nuevo mediante la labor de Carolina Tamayo-, lo apoyó de manera casi que inmediata, haciéndose oficial esta colaboración en el 2021, y en la que participó también la Red Chisua, que colaboró en la convocatoria para la participación de docentes de colegios oficiales de la ciudad.


Y es que el paralelo entre El Arte Escucha y La Pedagogía del Loto, creada por el profesor Rubio, es inevitable; ambas, más que estrategias o propuestas pedagógicas, son posturas ante la vida, lo cual se refleja en las acciones realizadas: ejercicios de respiración, técnicas de meditación, trabajo colaborativo, entre otras actividades. El mantra de la Pedagogía del Loto: Respirar, pensar y actuar, encuentra una interesante relación con los ejercicios de conexión con el cuerpo, con las emociones que son protagonistas en El Arte Escucha.

Cuerpo, arte y resiliencia

“Lo que nos une con el profesor Rubio es que ambos estamos preocupados por lo que pasa con nosotros mismos; nuestro fin es desconectarnos un poco de esa realidad que consideramos real, la que está afuera, la de los afanes, la de las redes sociales, la de los likes, que no es más que una ilusión” afirma con evidente emoción Dairo“ y conectarnos con nosotros mismos, con nuestro cuerpo, con nuestro yo; al fin y al cabo, la realidad no es otra cosa que la que creamos desde nuestras propias experiencias” sostiene Vargas, al reflexionar sobre lo que hermana al Arte escucha con la Pedagogía del Loto.

Un Arte que escucha a la comunidad educativa
Antes que nada, no solo es un arte, sino distintas artes las que escuchan; las artes apuntan a todos los sentidos y a diferentes habilidades, de ahí que, como plantea Dairo “se puede aprender matemáticas haciendo una escultura”. Pero para ello, es preciso superar de una vez por todas esa noción de escuela que limita, que sanciona, que coarta. “Recuerdo que cuando estaba en Colombia, y decía que quería ser artista, casi siempre recibía un no por respuesta en el colegio, en el hogar, en círculos cercanos” recuerda Dairo sobre esos prejuicios y estereotipos que poco a poco se superan en nuestro país pero que no desparecen.
Entonces, en una clase del Arte Escucha, antes que decir si una manzana está bien pintada, si una pintura tiene perspectiva, o si tal o cual corriente artística está presente en un cuadro, lo que busca es liberar a profesores, estudiantes, directivos, padres y madres de familia, entre otros, del miedo, del prejuicio, del encasillamiento, del etiquetamiento de lo que

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nos sucede como seres humanos, conectándonos con nuestros sentimientos, nuestra salud emocional y mental, reconociendo heridas, traumas, frustraciones que nos marcaron, pero que no nos definen, porque como dice Dairo “En el Arte Escucha se escucha lo que nos causa dolor, pero también, se nombra, se comprende, se sana lo que nos duele a través del arte”.

“En Asia existe una historia tradicional muy bella sobre las barreras mentales; un elefante que siendo pequeño y frágil es atado a un poste con una cadena pesada y gruesa, y a pesar de que lo intente una y otra vez, no puede liberarse; cuando crece, ese mismo elefante, fuerte y pesado, es atado con una cuerdita a un tronco endeble y a punto de caerse; sin embargo, el elefante ya ni siquiera intenta liberarse, cuando podría hacerlo fácilmente”. Una historia que relata Dairo y que resume su postura frente a los límites que nos imponemos a nosotros mismos.


“A los maestros y maestras solo tengo por darles un mensaje de amor; es gracias a ellos que nosotros estamos acá, son ustedes quienes ponen los primeros cimientos. Es por esto que me permito decirles que tengan siempre una mente abierta a los cambios que pueden darse en la vida, y a que tenga compasión consigo mismos, no solo con los demás” finaliza Dairo.

Por ahora se termina el 2021, pero Dairo y el Arte Escucha seguirán contando una historia, tal vez la única que existe a pesar de tantas historias: la de una luz que siempre existirá, acompañada de una oscuridad, que siempre estará, pero que esperamos, no se imponga, gracias a proyectos como el Arte Escucha que persisten en hallar luz aún en tiempos oscuros.

Lo negativo es tan importante como lo positivo
Tendemos a sobrevalorar las experiencias positivas en nuestras vidas por obvias razones; sentimos placer, comodidad, nos sentimos cercanos a la felicidad, pero olvidamos que lo negativo es tan o igual de importante a lo positivo. “Los sentimientos negativos como la rabia, la frustración, la tristeza, la decepción, existen para que también exista la luz” dice Dairo. Y continúa: “Ambas clases de sentimientos son vida; tal vez por un vicio que tenemos en la sociedad, etiquetamos porque pretendemos enfocarnos solo en lo positivo, pero la verdad es que lo negativo, lo que consideramos como el “mal”, jamás desaparecerá, siempre hará parte de nuestras existencias”.
Por eso, en el Arte Escucha, los maestros y maestras son una parte fundamental, porque son ellos quienes encarnan esa luz a la que se refiere Dairo, son quienes inspiran a los estudiantes.

¿Cómo es una clase en El Arte Escucha?
En el Arte Escucha, los niños y niñas más pequeños, entre 3 a 7 años, realizan ejercicios de respiración, adquieren consciencia de ella, lo cual no es algo fácil, pues se suele pensar que todos respiramos, lo cual hacemos, pero no necesariamente bien. Por ello, con este grupo de niños el trabajo de Dairo se enfoca en que sean conscientes de su respiración. Con los niños y niñas de 8 a 12 años, se hace un trabajo de visualización; esto es, que se conecten con sus propios sentimientos con el fin de generar empatía, resiliencia, bondad en ellos y ellas. Y con el grupo, de 13 a 17 años, los temas de salud emocional y mental cobran más protagonismo a través de la autobiografía, los cuentos, la semblanza de superhéroes.


En cuanto a la metodología de las clases, estas tienen varios momentos; por un lado, uno en el que Dairo orienta lo que se hará; otro momento en el que a partir de guías diseñadas por el mismo Dairo, se realiza lo previsto; y finalmente, un momento de aplicación en el que a partir de cualquier ejercicio, propuesto por un docente de cualquier asignatura, se pone en práctica lo visto hasta el momento. De esta manera, El Arte Escucha funciona dentro del currículo de los colegios, no es una mera actividad extracurricular, hace parte de forma transversal de las distintas áreas que componen el proyecto educativo de la institución.

“En el 2022 vamos a crear la Red de Maestros y Maestras del Arte Escucha”

La labor de Dairo Vargas no sería lo mismo sin Carolina Tamayo, periodista de la SED, quién proyecta, contacta, gestiona, establece alianzas con diferentes entidades para que este proyecto tenga el reconocimiento que hoy tiene, y que seguirá creciendo. Lo aprendido en el 2021 para Carolina ha sido fundamental para empezar a trabajar de manera más focalizada. “Los maestros y maestras que participaron en este año se dieron cuenta de que el trabajo que se hace en el Arte Escucha es integral no es un mero pasatiempo, sino que trae beneficios para su quehacer docente e investigativo” afirma esta periodista que desea crear una Red con esta iniciativa.

Las proyecciones son muchas, pero sin duda alguna, una de las mas importantes, es arrancar con la Red de Maestros y Maestras del Arte Escucha. Aquí se trata de articular las experiencias vividas y las que se vendrá entre los docentes que han estado vinculados al proyecto, no solo en Colombia, sino en otros países, y de esta manera, poder atender necesidades especificas, y trabajar de manera mas focalizada con las comunidades educativas. Así mismo, vincular a lideres sociales y directores locales de educación, quienes manifestaron su interés en que el proyecto se lleve a cabo en lugares estratégicos de la ciudad”. Así las cosas, el próximo año El Arte Escucha seguirá creciendo, aportando y vinculando a toda la comunidad, pero de una manera más estratégica y local.

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John Didier Rodriguez Marin

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