Editorial de esta semana para Al Día Noticias. Octubre 9/22
Por: John Didier Rodríguez Marín
Colombia es una sociedad que infortunadamente en vez de mejorar, cada día es más evidente que va de pa´ tras y que no avanza como una cultura civilizada, de las buenas maneras y del respeto donde los valores sean su principal característica.
Son varios los casos que esta semana sacudieron el país y que tienden a convertirse en paisaje porque no pasa nada, no hay correcciones drásticas, bien sea a través de las penas ejemplarizantes de la justicia, de la educación o de un giro en la mentalidad de las personas que den una luz de esperanza que esto va a cambiar.
Esta semana, Colombia asistió al caso del niño Gabriel Esteban Cubillos asesinado por su propio padre en hechos ocurridos en el municipio de Melgar en el departamento del Tolima, solo con el único propósito de vengarse a como de lugar de la madre del menor.
En Bogotá, un hombre decidió no esperar al paradero de un bus de Transmilenio sino que decidió bajarse con el vehículo en movimiento poniendo en peligro no solo su vida sino la de todas personas que allí se transportaban por los efectos de forzar las puertas y despresurizar el articulado.
En Villavicencio, una mujer botó el excremento de sus mascotas alrededor de un puesto de comidas en el barrio Villa María con el fin de aburrir a quienes trabajan allí, porque según ella, están en un sector exclusivo de la ciudad.
Esta semana, las sesiones del Concejo de Medellín que debatía sobre la venta de acciones de EPM en UNE terminó en agresiones físicas y verbales entre los asistentes.
Y sigue el fenómeno de la invasión de tierras en diferentes zonas del país por parte de personas que con razón o sin ella, están a la fuerza reclamando un pedazo de tierra.
Los casos mencionados en esta columna son de no te lo puedo creer, que no debieron haber ocurrido de ninguna manera porque un padre no debería asesinar a su hijo, una persona debe esperar la parada del bus, las diferencias en las ideas no deben llevar a la agresión física, no puede una persona apropiarse de lo que no le corresponde y tampoco puede alguien que tiene dinero humillar a otro que intenta sobrevivir de manera honesta con un puesto de comidas.
En todos estos comportamientos observamos que no hay un respeto por la otra persona, que no atendemos lo que dicen las Sagradas Escrituras de hacer las cosas decentemente y con orden, (1) que debemos amar al prójimo, (2) que no debemos robar, ni matar, (3) en fin, son una serie de comportamientos que resumidos en una frase nos dejan frente a una sociedad que no tiene temor de Dios.
Y quizás eso pasa no tanto porque a la persona se le ocurrió de un día para otro hacerlo sino porque es el producto de llevar una vida alejada de Dios, sin unos principios, unos valores, olvidando pasajes bíblicos que nos enseñan que separados de Dios nada podemos hacer. (4)
Es urgente que en casa papá y mamá asuman la responsabilidad de enseñar a sus hijos desde pequeños estas reglas de oro (5) y que le permitirán llegar muy lejos y con larga vida.
Apoyos Bíblicos para ampliar los conceptos aquí citados.
- 1 Corintios 14:40 2. Levítico 19:18 3. Deuteronomio 5:7 – 21 4. Juan 15: 5 5. Deuteronomio 6:6-7