La Alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López y la Ministra de Cultura, Angélica Mayolo, presentaron hoy el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro histórico de Bogotá, una herramienta que les permitirá a cerca de 60.000 personas que viven en este sector, acceder a subsidios para mejorar sus casas, legalizar la propiedad de sus predios, y fortalecer las actividades artesanales y comerciales tradicionales como la preparación de alimentos, confección de prendas de vestir, hacer joyas, instrumentos musicales y juguetes, actividades de impresión, entre otras.
Se trata de un hecho histórico, pues es el primer Plan Especial de Manejo y Protección que se adopta, en este caso para el Centro Histórico más importante del país.
“Si algo nos identifica como colombianos es poder venir a este sitio, a este territorio, es conocer su gente, recordar su historia y seguirla construyendo. Este es el centro patrimonial e histórico de Colombia”, por eso indicó que este es un plan de la gente, de conservación patrimonial y de ordenamiento territorial. “Esto es fruto de construir sobre lo construido”, recordó la Alcaldesa Mayor.
Con el PEMP, los valores patrimoniales arquitectónicos y culturales, se destacan en un contexto donde la vida barrial, las prácticas cotidianas y los oficios como la industria artesanal en escala vecinal, serán protegidos con acciones para incentivar la economía a escala barrial.
El PEMP del Centro Histórico de Bogotá es un instrumento de planeación y gestión que trasciende administraciones, por eso orientará el desarrollo del Centro Histórico hasta el año 2038. Para ello, deberá contar con recursos de los planes de desarrollo que se adopten durante los próximos 17 años, y así garantizará la ejecución de los 11 programas propuestos, que se subdividen en 63 proyectos y 120 acciones.
Dentro de estos proyectos están la ampliación del Parque Bicentenario hasta la Avenida Caracas, el proyecto Centro de Bienvenida a Monserrate, la ampliación del Banco de la República, el Corredor Verde Carrera Séptima, la primera línea de metro de Bogotá, el Cable Aéreo de Santa Fé, el Bronx Distrito Creativo, entre otros. Así mismo, se desarrollará el Parque Botánico y Recreativo de Pueblo Viejo, ubicado arriba de la Plaza de La Concordia. De igual forma, el PEMP posibilita el traslado de todas las oficinas de los ministerios nacionales, lo cual impulsará el comercio y la vivienda en el sector.
En ese sentido, resaltó los avances logrados en uno de los principales corredores viales de la ciudad, como la carrera séptima “que va a quedar arreglada desde la Plaza de Las Cruces hasta el límite con Chía, porque vamos a conectar lo que ya hicimos de adecuación de la séptima, con todo el Corredor Verde Séptima entre la calle 34 y la calle 200, y con la ampliación de la carrera séptima entre las calles 200 y 245. Todo eso ya está financiado y contratado. Empezará la obra en esta administración y terminará unos años más adelante”, señaló la Alcaldesa Mayor.
Además de las acciones previstas por el PEMP-CHB para promover la permanencia de residentes tradicionales, se espera triplicar el número de habitantes actuales por medio de los Planes Parciales de Renovación Urbana (PPRU) que se encuentran adoptados y que ayudarán, no solo a la oferta de nueva vivienda, sino a reivindicar la escala local mediante el acceso a servicios sociales, urbanos y ambientales de proximidad.
Al respecto, la ministra de Cultura, Angélica Mayolo Obregón, señaló que “la cultura y el patrimonio se convierten en ejes determinantes del ordenamiento territorial” y destacó que este “es un ejercicio pionero que servirá de referente para el país, en otras ciudades, donde esa integración de ese patrimonio material e inmaterial son importantes para construir el desarrollo de los territorios”.
El plan fue construido mancomunadamente en un proceso continuo de participación ciudadana que convocó a distintos grupos poblacionales y de interés desde 2016, y que, sumado a los, estudios y proyectos adelantados en años anteriores, reglamenta 835 hectáreas, de la cuales 309 corresponden a los cerros orientales, entendidos ahora como patrimonio natural e integrados como referente vital y del paisaje urbano histórico del centro, más allá de la visión tradicional que los consideraba como un telón de fondo. Es una apuesta por reivindicar la escala local mediante el fortalecimiento del vínculo social y la vida productiva del centro, a partir de sus manifestaciones culturales tradicionales.
De igual forma, Nicolás Montero Domínguez, secretario de Cultura, Recreación y Deporte señaló que “el centro ha sido testigo de nuestra historia como ciudad y como nación. Ha sido testigo de nuestras maneras de vivir y relacionarnos como comunidad. Redes de solidaridad y vecindario siguen siendo un sello inconfundible de nuestro centro y el PEMP será la posibilidad de poner al ciudadano en el centro de todas estas acciones como creador, cuidador y habitante del territorio para transformarlo de manera cada vez más sostenible a nivel social, cultural, económico y ambiental.
El secretario añadió que “este es nuestro centro, el barrio de todas y todos los bogotanos y de quienes nos visitan. Marcar una hoja de ruta hasta el 2038 materializa un plan de trabajo para hacer de Bogotá, de la mano de su pasado y su presente, una ciudad del siglo XXI. Un centro para vivir y construir comunidad, es nuestra máxima apuesta desde el PEMP”.
Mediante el PEMP se asumen nuevos retos para garantizar la habitabilidad del centro: se reconoce la vivienda productiva, la vivienda colectiva y se promueve la vivienda en arriendo, así como la importancia del reúso y la subdivisión de las edificaciones.
También prioriza la ejecución de un plan de tenencia segura y una estrategia para la protección a moradores y a actividades económicas y productivas tradicionales. De este modo, se afirma la responsabilidad de redistribuir equitativamente los beneficios del desarrollo urbanístico, con el fin de mitigar los impactos sociales y dar cumplimiento a los principios de equidad, inclusión, restablecimiento de condiciones iniciales y derecho de preferencia.
Según Patrick Morales Thomas, director del IDPC, “el centro histórico es un lugar en donde hechos, actividades cotidianas, memorias, prácticas y objetos que se han acumulado históricamente, son hoy referentes y activos que se integran en lo patrimonial, entendiendo la pluralidad como principio constitucional”.
Agregó que el centro es “heterogéneo, un lugar de memoria, identidad y diversidad en el que se congregan, habitan y dialogan distintos sectores sociales, culturales, económicos e institucionales. Para quienes lo habitan y lo caminan, el centro es un referente de valores nacionales y una fuente de conocimiento y disfrute. Por esta razón, su revitalización requiere de múltiples acuerdos, constante diálogo, reconocimiento de conflictos urbanos y sociales, que requieren de coordinación institucional y trabajo en equipo”.
Este plan es una de las grandes apuestas de esta administración: un proyecto de ciudad a corto, mediano y largo plazo, que cuenta con un sistema de gestión y gobernanza, donde están representados los diversos actores del territorio. El Plan de Desarrollo Distrital “Un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del siglo XXI” incluye el compromiso de dar continuidad a este proceso mediante 25 proyectos iniciales que estarán a cargo de 16 entidades distritales actuando de manera articulada en favor de los patrimonios del centro.
Estas líneas de acción constituyen una mirada integral del patrimonio cultural y del territorio basada en la participación ciudadana incidente y enfocada en mejorar la calidad de vida de sus habitantes y visitantes.
El plan, además. simplifica los trámites y procedimientos para autorizar y facilitar intervenciones, proyectos e inversiones, garantizando reglas claras para todos. Las normas que lo componen buscan incentivar la sostenibilidad del patrimonio y aprovechar las áreas de oportunidad para permitir desarrollos urbanos sostenibles con equidad territorial, cuidado, empatía y cultura democrática.