Lo que está pasando en la capital de nuestro país es de no creer. Noche tras noche se viven jornadas de disturbios en varias localidades y hasta el momento las autoridades no han podido controlar la situación. Los testimonios de los vecinos de los portales de Las Américas, de Suba y de Usme son aterradoras. La zozobra, la angustia y el terror invadieron los barrios. En las noches se oyen los llantos de los niños que no pueden dormir debido a los actos terroristas que se presentan fuera de sus casas.
¿Dónde está la alcaldesa? ¿Dónde está la autoridad? ¿Hasta cuándo permitirán que el caos, el desorden y la inseguridad invadan la ciudad? ¿La alcaldesa seguirá permitiendo los roces entre la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Seguridad? Si no existe articulación entre las entidades distritales, ¿cómo esperan frenar la ola de violencia?
El viernes, varios concejales le escribieron una misiva a la alcaldesa exigiendo: “retomar el orden público y restablecer los derechos de los ciudadanos de diferentes localidades que cada vez sufren con más rigor los efectos de una protesta violenta que no tiene razón de ser y que hasta el momento ha contado con el aval de la Administración Distrital.”
Lo cierto es que lo que está pasando en Bogotá y en otras ciudades no son hechos aislados, sino terrorismo urbano. De acuerdo con informes de inteligencia, son cuatro los grupos que están financiando el ELN y las disidencias de las Farc integradas por grupos de jóvenes colombianos y venezolanos entre 17 y 24 años. Si ya se tiene claro el panorama, ¿la Alcaldía seguirá manejando esta situación como si fueran actos vandálicos y riñas callejeras? O ¿se amarrará los pantalones y actuará en contra de estos grupos terroristas?
Los discursos de rechazo no son suficientes, los ciudadanos exigen medidas contundentes contra los violentos. La falta de autoridad y decisión nos van a llevar a un punto de caos y descontrol que la única salida será la militarización. Los funcionarios de la Alcaldía deben respaldar a la Policía para que se restablezca el control de los puntos que están tomados por la delincuencia y el terrorismo. Es inaudito que el Secretario de Gobierno haya dado la orden de retirar la Policía como lo hizo esta semana. Las autoridades distritales en lugar de estar evitando los procedimientos de la fuerza pública, deberían estar cumpliendo con su función de garantizar la seguridad.
Adicionalmente, la alcaldesa debe solicitar acompañamiento de fiscales contra el terrorismo para emitir las órdenes de captura. Por su parte la Policía debe seguir a cabalidad los protocolos de los arrestos para que estos criminales no sean puestos en libertad por los jueces.
Por supuesto que esta no será la solución de fondo al problema social que tenemos pues se deben generar oportunidades para estos jóvenes sin sueños ni esperanza. Pero mientras que todo esto sucede no podemos permitir que la ciudad se la tome el terrorismo.
Por: Cristina Plazas